Si alguien pensaba que todo iba a ser deflación en la cesta de la compra, con el precio de la gasolina en niveles desconocidos, debería saber que la campaña aceitera ha sido nefasta en cuanto a producción: primero las sequías invernales y luego la plaga de la “mosca de la fruta” han propiciado un descenso de las toneladas de aceitunas recogidas, que ha afectado especialmente al centro y sur de la Península; de hecho, Baena (Córdoba), Estepa (Sevilla) o Andújar (Jaén) han visto mermar su cosecha hasta el 70%, en unos olivares que, por otra parte, «estaban exhaustos debido a la producción récord del año anterior», como apunta certeramente Antonio López Arenas, portavoz de la plataforma de cooperativas Aceitedemipueblo (www.aceitedemipueblo.com).
La primera consecuencia directa está siendo un aumento del precio de compra en origen para la calidad virgen extra, que en España se está pagando en marzo a 3,39 euros/litro. El mismo Consejo Oleícola Internacional prevé un descenso de la producción mundial del 27% hasta los 2,8 millones de toneladas, y del consumo global del 7% durante 2015, al que hay que sumar en el caso español el acumulado desde el inicio de la crisis. «Y las marcas que contienen sus precios lo hacen a costa de vender mezclas con aceite proveniente del norte de África, en su mayoría elaborado en condiciones pésimas, y con una calidad muy inferior respecto a lo que percibe el consumidor», apunta Antonio López Arenas, portavoz de la plataforma de cooperativas Aceitedemipueblo.
Sabiendo que la tendencia de los precios va a ser al alza, las almazaras están sacando con cuentagotas la producción (que según avanza la Agencia del Aceite de Oliva ha sido de 815.000 toneladas en toda España, para un consumo interno de 515.00 toneladas) dejando salir al mercado apenas 102.000 toneladas en lo que va de año. «Sólo la venta sin intermediarios desde las propias almazaras podrá garantizar una verdadera calidad virgen extra a un precio justo», afirma el representante de un grupo de olivareros de Priego de Córdoba, cuyo objetivo es dar a conocer las bondades del aceite de oliva 100% virgen extra, y comercializarlo a un precio adecuado, «porque para otras ‘calidades’ ya están los grandes distribuidores, que hacen que el sector no avance, y que en España –principal productor mundial de aceite de oliva– este producto deje de ser el gran desconocido».